Fundación de Todos los Santos de la Nueva Rioja
El 20 de mayo de 1591, Juan Ramírez de Velazco, con la finalidad de establecer un asiento estratégico para combatir a los indígenas, funda Todos los Santos de la Nueva Rioja (actual La Rioja). Este nombre fue puesto en homenaje a la antigua comarca española del mismo nombre.
Cuando el fundador trazó la cuadrícula de la ciudad, reservó algunos espacios para las órdenes religiosas: franciscanos, mercedarios, dominicos y jesuitas, y destinó un solar frente a la plaza mayor para la Iglesia Matriz dedicada a San Pedro Mártir.
Dada su proximidad a los yacimientos mineros de Famatina, la ciudad se convirtió, durante la época de la Colonia, en una de las más importantes para el movimiento socioeconómico.
La abundante población indígena existente en la zona fue repartida por el fundador en encomiendas. Fueron cerca de 11.000 los indígenas distribuidos en distintas regiones del país.
Con la voz quichua Tinkunaco, (que significa encuentro, fusión o mezcla) los riojanos reviven anualmente, los acontecimientos sucedidos en la Pascua de 1593, cuando los Diaguitas no soportando más el mal trato de los españoles, resolvieron atacar la ciudad. Las armas apostadas en el fuerte de Las Padercitas fueron insuficientes para resistir el ataque de alrededor de 9.000 indios conducidos por 45 caciques de otros tantos poblados.
Ante esta situación los españoles recurrieron a los oficios de San Francisco Solano, quién logró restablecer la paz.
En la segunda mitad del siglo XVIII tomó importancia Chilecito, comunidad organizada alrededor de la Hacienda Santa Rita y que un siglo más tarde superaría a la propia capital en población.
El mayor crecimiento poblacional de la provincia tuvo lugar durante el siglo XIX. En el noroeste del país, al pie de la Cordillera, La Rioja es una de las provincias más áridas y menos pobladas del país.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario